México ¿Cómo vamos?
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Elaboración de un presupuesto base cero requiere de voluntad política y calidad en gasto.
 
18 de Mayo del 2015
  • Se debe ir avanzando en mejorar la estructura y eficiencia del gasto, recortando partidas dobles, subsidios regresivos, gastos en comunicación social, financiamiento a partidos políticos y gastos superfluos de la alta burocracia.

Los expertos del observatorio económico México ¿cómo vamos? consideran que realizar un presupuesto base cero es un reto que debe enfocarse en la calidad del gasto. Afirman que es posible en el largo plazo siempre y cuando exista voluntad política y legitimidad. De los 21 expertos que respondieron a la pregunta quincenal sobre la viabilidad de elaborar un presupuesto en base cero en México, y de ser así, cuáles serían los principales recortes que se deberían de hacer al presupuesto actual, 9 (45%) indicaron que es posible, 7 (35%) que es incierto y 5 (25%) que es imposible. Los principales recortes que señalan son a gastos duplicados e innecesarios en las partidas que no agregan valor a la inversión o que carecen de rentabilidad privada, social o gubernamental. Entre los que indican que es posible, consideran que la implementación del presupuesto base cero, si bien podría hacerse, quizás no podría ser en el corto plazo. En este sentido, Manuel Molano, Director General Adjunto del IMCO indica que “si el presupuesto es base cero, tenemos que pensar en qué vamos a gastar desde cero, no en dónde vamos a hacer recortes”. Así mismo, expertos coinciden que es indispensable que se haga mediante una evaluación honesta, pues antes de implementar el presupuesto como señala Roberto Newell, Vicepresidente del IMCO, se “debe pasar una prueba rigurosa de beneficio-costo”. Por su parte, Deborah R. Riner economista en la Cámara Americana de Comercio de México, considera que este ejercicio “sirve para enfocar la atención en la calidad del gasto” y Alejandro Villagómez del CIDE, hace especial énfasis en que “se requiere mucha voluntad política y legitimidad (ÂÂ…) habría que afectar a muchos grupos de interés. Pero es necesario ir avanzando en mejorar la estructura y eficiencia del gasto” y en esta misma línea se mantiene Valeria Moy del ITAM, quien considera que “si bien, aproximadamente el 80-85% de los recursos están ya comprometidos, hay mucho gasto duplicado, ineficiente y superfluo que sería indispensable evaluar nuevamente”. Entre los expertos que indican que es incierto, Rodolfo de la Torre García de la UIA, considera que, si bien es incierto lograr un presupuesto base cero, “existen análisis que apuntan a gastos que pueden mejorarse y en consecuencia alcanzar ahorros. Por ejemplo, el Informe sobre Desarrollo Humano México 2011 del PNUD muestra que, desde el punto de vista distributivo, los gastos con más fallas en su asignación corresponden a los apoyos dirigidos al ingreso, particularmente los subsidios a la energía. Este es un caso para considerar el recorte de gasto”. Por su parte, Magdalena Sofía Barba Fernández del ITAM considera que “habría que hacer ajustes en duplicidad, ineficiencia en el gasto así como partidas ya asignadas “. Entre los expertos que consideran que es imposible, Isaac Katz del ITAM, señala que “es imposible, al menos en el corto plazo, ya que los legisladores han tenido el tino de legislar leyes que generan obligaciones presupuestales tales como, las pensiones públicas, además de que el “80% del presupuesto está amarrado”. En este sentido, Arturo Damm Arnal de la UP, considera que “en materia presupuestaria hay obligaciones legales, conveniencias políticas e intereses personales que hacen imposible partir de cero.” Sobre los recortes al presupuesto, los expertos se pronuncian a favor de distintas áreas tal como indica, Luis Felipe López-Calva del Banco Mundial quien considera que “debe hacerse una revisión del costo del poder legislativo, (ÂÂ…) asimismo, debe recortarse el gasto en comunicación social del gobierno federal. Deben revisarse cuidadosamente los programas sociales cuyas evaluaciones muestran pocos resultados y consolidar la política social en torno a una base coherente de protección social”. Roberto Newell sugiere que el recorte debe de ser “donde hay redundancias de gasto por cambios tecnológicos”. Por su parte, César Octavio Vargas Téllez de la UNAM se pronuncia a favor de recortar “en gastos no necesarios, como arrendamiento/compra de coches oficiales, celulares, gastos de representación, viajes y en alta burocracia”. Finalmente, Viridiana Ríos directora del observatorio México ¿cómo vamos? indica que “para hacer un presupuesto base cero sería necesario reformar la ley” y propone que recortar el financiamiento a los partidos políticos, así como las partidas para publicidad gubernamental sería un gran avance para mejorar el presupuesto.

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