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La importancia de la información en la toma de decisiones

Por: Félix Vélez (@felixvelez)

 
28 de Junio del 2016

En el blog de México, ¿Cómo Vamos? en Animal Político.

La importancia de la información en la toma de decisiones

Por: Félix Vélez (@felixvelez)

Oskar Lange escribió[i] que tres son las fuentes de desacuerdo entre los economistas:

  1. Desacuerdo acerca de los objetivos sociales.
  2. Mal empleo de las reglas de la lógica, de la identificación y de la verificación.
  3. Desacuerdo acerca de los hechos.

El tercer punto tiene que ver con la evidencia disponible. Contar con información de calidad contribuye a reducir las diferencias entre los economistas y además es un requisito fundamental para un adecuado diseño e instrumentación de política pública. En México, mucho se ha avanzado en materia de información estadística y geográfica, aunque hay que reconocer que existen áreas de oportunidad. Que la información estadística sea valiosa es condición necesaria para un diseño y evaluación de política pública con rigor técnico y profesionalismo. Sin embargo, no es suficiente.

El INEGI y su autonomía

En México, el Artículo 26 de la Constitución en su Apartado B establece que:

“El Estado contará con un Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica cuyos datos serán considerados oficiales (…)

La responsabilidad de normar y coordinar dicho sistema estará a cargo de un organismo con autonomía técnica y de gestión, personalidad jurídica y patrimonio propios, con las facultades necesarias para regular la captación, procesamiento y publicación de la información que se genere y proveer a su observancia.”

Dicho organismo es el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que se creó por decreto presidencial el 25 de enero de 1983. Dos son los antecedentes institucionales del Instituto: 1) La Dirección General de Estadística, en funciones desde 1882, cuando pertenecía a la Secretaría de Fomento, Colonización, Industria y Comercio y 2) La Dirección General de Geografía, establecida en octubre de1968 con el nombre de Comisión de Estudios del Territorio Nacional y Planeación, la cual estaba adscrita a la Secretaría de la Presidencia.

En 2006 se reformó el artículo mencionado, lo que dio pie a la autonomía del INEGI. El INEGI, desde su creación, fue una entidad que gozó de independencia técnica y con funcionarios comprometidos en hacerla ver. La autonomía vino a consolidar jurídicamente una realidad que tenía ya dos décadas y media. La autonomía constitucional es inusual. México es el único país que cuenta con dicho diseño institucional y sin duda ha contribuido a abonar en favor de un trabajo técnico, profesionalizado y honesto que no se inició en ese momento.

Además de la capacidad de decidir con estricto apego a condiciones técnicas, la información estadística requiere condiciones de calidad particulares, entre ellas la precisión, relevancia, credibilidad, oportunidad, accesibilidad, interoperabilidad y coherencia, todas igual de importantes para la toma de decisiones.

En particular una de las dimensiones más sobresalientes es la oportunidad en la disponibilidad de la información, la información más relevante, precisa, confiable y accesible no sirve de nada si está disponible mucho tiempo después de la medición, cuando ya no es posible tomar decisiones y construir políticas que apoyen a reducir los efectos negativos.

En 1994, la información estadística y económica no tenía las reglas actuales en torno a su publicación, es así que la crisis enfrentada por México mostró que los tomadores de decisiones y los hacedores de política enfrentaron la tempestad económica con un déficit de información. En esa época no se publicaba al inicio de año el denominado Calendario de información, que hace transparente el acceso a la información más importante sobre las condiciones económicas y sociales de la población y el gobierno.

Dos variables fundamentales eran difundidas con menor frecuencia que ahora: el Monto de las Reservas Internacionales y la deuda externa pública, particularmente las cifras denominadas en dólares de los Estados Unidos de América, lo que habría facilitado a la población ver los problemas que estaban por suceder.

 

La combinación de la caída en las Reservas internacionales con un tipo de cambio fijo son elementos de análisis invaluable. Es claro que las cosas han cambiado. Hoy en día las cifras tienen mayor oportunidad por lo que de manera mensual el Banco de México publica las cifras más relevantes.

Un escenario también complicado fue el vivido por Grecia; la entrega de cifras imprecisas para solventar su ingreso a la Unión Europea mostró la debilidad de los responsables de la información, la capacidad del gobierno griego para publicar datos erróneos debilitó la posibilidad de los tomadores de decisiones para reaccionar a un problema de deuda pública.

El crecimiento económico sostenido en el déficit presupuestal condujo a una crisis severa; la capacidad de no mostrar de manera precisa y oportuna la realidad de las finanzas del gobierno permitió a los líderes de Grecia mantener un estado económico insano.

Un tercer caso es el vivido en Argentina, donde el gobierno abiertamente modificó las herramientas de medición estadística -en particular las del nivel de precios- para mostrar un comportamiento estable de la economía. Fue necesaria la destitución de los funcionarios del Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina, para que el gobierno echara mano de las mediciones económicas de los cambios en los precios, razón por la que algunos organismos internacionales desconocieron las cifras públicas de dicha nación.

Las anécdotas son diversas e implican niveles de manipulación de información difíciles de operar, pero la conclusión debe ser clara, la calidad de la información estadística en los temas económicos es la mejor herramienta para el crecimiento económico, al ser el sustento de la confianza en la operación del gobierno. El tema común de estas experiencias pone en la mira la calidad de la información cimentada en la capacidad técnica de los generadores de los datos, lo que en el caso de México, muestra a la autonomía del Instituto como un instrumento de política pública.

 

* Félix Vélez es economista del ITAM, maestro en Asuntos Públicos e Internacionales por la Universidad de Princeton y candidato a Doctor en Políticas Públicas por la misma Institución. Es Vicepresidente de la Junta de Gobierno del INEGI y forma parte del grupo de expertos de México, ¿Cómo Vamos? Todas las opiniones en el presente artículo son a título personal.

 

[i] Lange, Oskar, El Campo y Método de la Ciencia Económica, El Trimestre Económico, Fondo de Cultura Económica, Julio-Septiembre, 1948

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