1ra: Hacer valer el Estado de Derecho para darle a los inversionistas seguridad y confianza
2da: realizar una VERDADERA reforma fiscal (que no se va a realizar), que comience por revisar en qué, cuánto y cómo gasta el gobierno y, a partir de ello, se elimine cualquier gasto que no tenga que ver con sus legítimas tareas
3era: que, consecuencia de lo anterior, se reduzcan y/o eliminen los impuestos a las empresas (a la producción de riqueza, la creación de empleos y la generación de ingresos), para hacer más atractiva la inversión directa en México.
Se necesitan cambios de fondo y con visión de largo plazo, mismos que, desafortunadamente, no se darán.

1) Inciar una politica de diversificación de mercados y productos de exportación, con metas y plazos cconcretos por tipo de productos, buscando aprovechar las ventajas comparativas y los tratados comerciales.
2) Impulsar el mercado interno, con una política gradual de aumentos salariales, y capacitación de trabajadores y formación de capital humano en el mediano y largo plazo.
3) Impulso a la complementariedad de las cadenas productivas y proveedores nacionales con programas concretos de vinculacion con la investigación y las empresas.
4) Amplia campaña de información a inversionistas y opinion pública en donde quede claro que en el escenario de cancelación del TLCAN hay compromisos de EE.UU. dentro del marco de la OMC que tiene que cumplir y que los aranceles no son mucho más grandes. Calcular el impacto dentro de ese marco, para recolocar, los productos sobrantes.

Dada a depreciación del peso y la incertidumbre sobre el TLCAN, se debe subrayar la importancia del mercado interno y la sustitución de importaciones de insumos para la producción que actualmente realizamos. Es el momento perfecto para hacer estrategias que estén enfocadas a este objetivo: política industrial, recuperación del salario mínimo, etc.

Sinceramente, el obstáculo a la IED en México post elección de EUA es menos la incertidumbre y más las presiones directas que ya ha empezado a ejercer Trump sobre compañías -tanto norteamericanas como alemanas y de otros países- para que redireccionen hacia EUA las inversiones que tenían programadas en México. Dicha presión es ejercida por una parte a través de amenazas, por ejemplo de imposición de elevados aranceles a la importación o de trato adverso en compras gubernamentales. Por otra parte, también es ejercida mediante la oferta de diversos incentivos, como apoyos fiscales. Contrarrestar del todo estas presiones sobre empresas que consideran invertir en México para utilizarlo como plataforma de exportacion a EUA es sumamente difícil para nuestro país, en tanto no se cuente con recursos fiscales o apoyos financieros que compensen los costos adicionales que impone Trump. En esta línea la incertidumbre respecto a la vigencia o no del TLCAN actúa en contra. Mientras más pronto se resuelva la suerte de este tratado será mejor para bajar la incertidumbre respectiva. Problemática aparte, y en principio más facil de resolver, es la que presentan las empresas foráneas que buscan invertir en México para aprovechar su mercado interno o -como muchas de las chinas- para explotar sus recursos minerales o agrícolas. Incentivar esta inversión con los instrumentos tradicionales de promoción es a priori más facil pues estan más aisladas de la presión de Trump. Atraerlas sería relativamente más facil y útil para nuestro país en la medida en que se opte por modificar la estrategia tradicional de crecimiento impulsado por las exportaciones a otra en la cual el mercado interno sea cada vez más el motor de crecimiento de la actividad económica. Al respecto, el lanzamiento de programas para revitalizar del mercado interno, por ejemplo orientados a la expansión y modernización de la infraestructura nacional, puede atraer IED significativamente. No está de más mencionar que el Banco Mundial ha pasado a estar particularmente favorable a financiar propuestas de inversión así orientadas.

Por lo pronto, el gobierno mexicano debe ser prudente en finanzas públicas. Las medidas de austeridad son muy vagas. En cuanto a Trump, hay que prepararse muy bien para una posible guerra comercial, aunque todavía no se sabe qué hará el individuo.
Asimismo, se pueden mandar "señales" de que no nos quedaremos con los brazos cruzados. Lo geopolítico debe estar en primer plano.

Nuestro país tendría que tomar medidas para reafirmar su compromiso con el libre comercio tanto de bienes y servicios como de capitales. Adicional a lo anterior, tendría que hacer un esfuerzo por diversificar su presencia en otros países y no depender tanto de EUA.

Fortalecer el Estado de derecho y abatir rápidamente la corrupción, así como la garantía judicial del cumplimiento de contratos.

-Instrumentar un paquete de incentivos fiscales a nivel federal para nuevas inversiones
-Iniciar el diálogo de inmediato con las autoridades correspondientes de Estados Unidos para la renegociación del TLCAN
-Dejar que el tipo de cambio siga aumentando para que las inversiones sean más atractivos (lo que implica que Banxico deja de intervenir discretamente en el mercado)
-Implementar una política integral, agresiva, efectiva y creíble en materia de combate a la corrupción
-Anunciar un paquete de medidas de desregulación y de simplificación burocrática para agilizar la apertura de negocios
-Ayudar a las empresas exportadoras en la diversificación comercial aprovechando los tratados comerciales con 44 países
-Anunciar medidas políticas para desarmar las protestas, manifestaciones, saqueos, etc., que crean imagen negativa en el extranjero
-No nombrar a personas que admiten no tener experiencia para manejar las relaciones exteriores del país.

Las decisiones de inversión se toman con horizontes de mediano y largo plazos, entonces lo que se requiere es certidumbre en las políticas que hacen atractiva la inversión, es decir, Estado de derecho, seguridad, infraestructura, anticorrupción, esquema tributario y demás medidas indispensables para atraer inversionistas. La duración de la presidencia de Trump y lo que realmente va a poder hacer difícilmente contrarrestarán los incentivos económicos y las ventajas geográficas de nuestro país. Es importante que el gobierno genere confianza en los inversionistas.

El gobierno mexicano tiene que establecer una postura clara y creíble sobre la posición de nuestro país ante una posible renegociación del Tratado de Libre Comercio. Evitar la incertidumbre y la falta de información en los mercados es fundamental

- Responsabilizar públicamente a Donald Trump de la pérdida de competitividad de la región a partir de sus impulsos proteccionistas.
- Revertir el ánimo antimexicano en EUA con campañas de información bien diseñadas y enfocadas.
- Responder al proteccionismo estadounidense con mayor apertura al resto del mundo.
- Dar señales claras que México no tiene por qué renegociar el cuerpo del TLCAN. Si EUA decide salirse, nuestra respuesta puede ser adquirir más insumos en el resto del mundo.
- Mejorar la competitividad del gobierno para poder competir con las reducciones de impuestos estadounidenses mejorando a la vez el balance fiscal, la calidad de los servicios públicos y la focalización del gasto público.
- Revertir la tendencia en el déficit público para mejorar la calificación de riesgo soberano.
- Invitar a ciudadanos y empresas de otras regiones ricas del planeta a invertir en México, mediante garantías de protección a sus inversiones. La Constitución de México, a 100 años de su promulgación, podría incorporar el espíritu del Capítulo XI del TLCAN en lo referente a protección de inversiones.
- Acelerar la implementación del Sistema Nacional Anticorrupción. Brasil, con problemas macroeconómicos más grandes que México, vio revaluada su moneda en el último año. México necesita que el público inversionista confíe en las autoridades.
- Mejorar los mecanismos para que el ahorro doméstico se convierta en inversión productiva altamente rentable en México. La intermediación bancaria y bursátil deben mejorar como mecanismos de rentabilidad para familias y empresas mexicanas, y no ser solamente sistemas de pago.
- La autoridad debe permitir que los precios de todos los bienes y servicios respondan a los cambios en el precio del coctel energético de la economía mexicana. La única manera de que los incrementos salariales y de precios de gasolina no se conviertan en un nivel permanente de inflación es con disciplina monetaria y fiscal.
- Retomar con seriedad las acciones de control del crimen organizado, prácticamente suspendidas en la actual administración. Cero tolerancia a delitos como homicidio, extorsión, secuestro, o robo de combustibles, así como los relacionados a la corrupción.

A contrapelo de lo que muchos sugieren, darle el privilegio de la duda a Trump y buscar negociar en ánimo positivo, tratando de enfatizar los beneficios que, derivados del libre comercio con México, reciben productores y consumidores de Estados Unidos. Si dicha negociación no se detona (en el primer mes de su gobierno), proceder a hacer una alianza con grupos en Estados Unidos y México que perderían con el proteccionismo, para con ellos defender el TLCAN en las instancias políticas pertinentes.

Dado el entorno muy complejo que vive el país, tendría que mejorar sustancialmente el Estado de Derecho, mejorar los esquemas fiscales y hacer menos onerosa la formalidad. En otras palabras, impulsar la competitividad.