Sin duda alguna. Tres muestras. 1) Hace 50 años teníamos una economía cerrada y hoy la tenemos abierta. 2) Hace 50 años el Banco de México no era autónomo y hoy lo es. 3) Hace 50 años el tipo de cambio era fijo y hoy flota libremente en el mercado. Ahora bien, el que hoy, en términos generales, estemos mejor que hace 50 años, no quiere decir que no enfrentemos muchos retos, algunos de los cuales, de no superarse, pueden significar un retroceso a algo parecido a lo que teníamos hace 50 años.

La respuesta a la pregunta de este mes es agridulce. México está mucho mejor que hace 50 años, pero no tan bien como pudiera haberlo estado cuando lo comparamos con otros países desarrollados. Mi respuesta considera tanto la generación de valor agregado (1) y cómo éste se distribuye (2).

1. México ha generado crecimiento económico ya que somos 3.5 veces más ricos en términos de PIB por persona que hace 50 años. No obstante, seguimos siendo tres veces más pobres que el líder industrial desde 1850. Por lo tanto, México ha sido incapaz de generar el crecimiento suficiente para converger a los niveles de vida de Estados Unidos de América.
El crecimiento del PIB por persona no parece haberse traducido en crecimientos similares de salarios reales por hora (aunque existen enormes problemas en la medición de salarios y horas en la encuesta de empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI).

2. México no ha conseguido progresar en una mejor distribución relativa de la renta aunque sí ha sido capaz de reducir la pobreza absoluta; la más dañina para la dignidad del ser humano y su bienestar. El índice de Gini sobre la renta laboral era de 50.40 en 1960 y de 51.01 en 2015. En términos absolutos, un 25% de los mexicanos vivía con menos de 1.25 dólares al día en los 60. Hoy en día menos de un 1% de los mexicanos se encuentra en esta situación. Aún así, un 25% de los mexicanos vive en la actualidad con menos de 4.25 dólares al día. Ésta es una cifra bastante baja y cercana al salario mínimo diario, por lo que no debemos caer en la auto-complacencia; tampoco en el pesimismo

Ahora que se recuerda el movimiento de 1968 vale la pena poner atención en las fotografías de la época y compararlas con la realidad de hoy. Esta comparación vale más que el análisis de cifras económicas para concluir si estamos mejor...

Indudablemente que México está mejor hoy que hace 50 años. La tasa de analfabetismo ha casi desaparecido, la esperanza de vida ha aumentado, el país está prácticamente electrificado, hay un incremento en la democracia del país, entre muchos otros indicadores.
El punto es cómo nos comparamos con el avance de otros países que se encontraban en situaciones similares de desarrollo hace 50 años, como por ejemplo España, Corea del Sur, Chile, entre otros. Estos países avanzaron más rápidamente que el nuestro y sin muchos de los costos asociados a nuestro desarrollo, a saber, que para lograrlo nos olvidamos de fortalecer las instituciones y de proveer justicia social, lo que desencadenó en una creciente desigualdad en las oportunidades que tienen las personas desde su nacimiento. El crimen es pues una consecuencia de ello.
La pregunta requiere de más espacio y la respuesta de mucho más profundidad.

Desde mi punto de vista sí estamos mejor que hace 50 años, sin embargo habría que compararnos con economías que hace 50 años nos encontrábamos en la misma situación y evaluar qué ha pasado con ellas en comparación con México (ejemplo Corea del Sur). Creo que Corea es un ejemplo de lo que se puede hacer en como país en un período más corto que 50 años.

Por supuesto.
El PIB por habitante es superior al de hace medio siglo (aunque la gente tiene memoria de corto plazo y solo se acuerda de lo qué pasó recientemente).
La esperanza de vida ha aumentado de manera significativa por varios factores: mejor alimentación y nutrición, mayor acceso al sistema de salud y avances médicos, mayores niveles del saneamiento (agua potable y drenaje). La cobertura educativa ha aumentado significativamente, particularmente en la educación primaria y secundaria y los niveles de analfabetismo son significativamente menores. Hay mayor igualdad de género y una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral.
A diferencia de hace 50 años, en la actualidad prácticamente todos los hogares tienen acceso a electricidad.
Los bienes disponibles para los consumidores son ahora mucho más diversos y con una notable mejora en la calidad derivada del cambio tecnológico. Los mercados ahora son mucho más competitivos que entonces, cuando la economía mexicana era una cerrada al comercio internacional y el modelo de sustitución de importaciones prácticamente se había agotado.
Lástima de música; nada como el rock de los sesentas

La respuesta tiene que ser sí, ya que el ingreso real per cápita ha aumentado significativamente en México en los últimos 50 años y se ha vuelto a tener estabilidad macroeconómico, que se había perdido a partir de los 70. Mientras existen mejorías en la mayoría de los indicadores, sí tenemos que admitir un deterioro en la distribución del ingreso, por lo que la mejoría no ha sido pareja para todos los mexicanos.

No hay duda alguna de que México está hoy infinitamente mejor que hace 50 años en todas las mediciones: esperanza de vida, mortandad infantil, ingreso per cápita, comunicaciones, industrialización, infraestructura, etc. Aun cuando los niveles de crecimiento eran mayores, la base a partir de la cual se crecía era mucho más pequeña. Hoy la economía de México se encuentra integrada al mundo, somos una potencia exportadora y tenemos empresas mexicanas de clase mundial. Podemos emitir deuda en pesos y en dólares a plazos muy largos y tenemos mercados financieros mucho más desarrollados. El eslabón más débil está, sin duda, en que no hemos logrado cerrar la brecha entre ricos y pobres. También es muy preocupante el enorme número de mexicanos que carecen de bienestar y de oportunidades básicas.

Sin duda alguna estamos mejor. Han sido años de trabajo para lograrlo.

Sin duda. No sólo en aspectos puramente económicos sino en indicadores de bienestar relacionados con salud, educación, esperanza de vida, comunicaciones y muchos más. Hace 50 años en México moría gente de enfermedades que hoy ya no existen, la mortandad infantil disminuyó sensiblemente en fin existen muchos indicadores que hacen pensar que México ha avanzado mucho en estos 50 años.

Hay muchos avances en nuestro país, se han ido mejorando algunos aspectos: hay independencia de algunas instituciones, o al menos están en camino de ser independientes y autónomas, hay una mayor apertura de la economía y acuerdos internacionales que han incidido sobre todo en ir mejorando los derechos de propiedad y ligeramente el estado de derecho. Tenemos un sector de energía que parece ir por un mejor camino y propiciar inversión y bienestar.
Sin embargo, lejos de haber logrado tasas altas de crecimiento, generación de empleo suficiente, mejores salarios, mejor cobertura de calidad en salud y en educación, hoy tenemos un mayor número de pobres, la desigualad se mantiene en niveles muy altos, los salarios son insuficientes para el mantenimiento de una persona, recordemos que el 38% de la gente con ingreso laboral, no puede adquirir la canasta alimenticia (CONEVAL), y la inseguridad y la delincuencia ha alcanzado gravísimos niveles. Las dos últimas administraciones incrementaron en 20 puntos del PIB la deuda, sin ningún efecto en pobreza o desigualad y sin haber desarrollado la infraestructura del país. El efecto más dañino ha sido la devaluación y la inflación causadas por ese endeudamiento.
La inversión, pública y privada que podría iniciar el cambio y el crecimiento más alto, ha sido insuficiente. La corrupción detiene a la economía. No es factible hablar de mejoría en términos económicos, sin ver la situación social y de seguridad.
Dada esta situación, también surge la pregunta de si México puede estar peor aún. La respuesta es que sin inversión suficiente y creación de más y mejores empleos, por supuesto que la economía y la situación social pueden empeorar.
La solución no requiere demasiada ciencia, hay que exigir transparencia y estado de derecho, que son premisas de la inversión y la reducción de riesgos; para esto habrá que resolver la corrupción indignante que existe tanto en el poder judicial y en los gobiernos a todos los niveles, como en los empresarios que participan en ella. Es indudable que adicionalmente, paralelamente, requerimos un sector privado con conciencia social y con responsabilidad social. No actos filantrópicos, sino de responsabilidad social. Crear más y mejores empleos.

México está mejor en términos económicos, tenemos un mayor acceso a la educación, a la seguridad social, una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral, un mayor intercambio comercial, un Banco Central autónomo y una mayor libertad
Sin duda hay muchas cosas que hacer y otras muchas que corregir, pero México creo si está mejor que hace 50 años.

En general, sí. México ha progresado. Los beneficios de ese progreso no han llegado ni a todas las regiones, ni a todas las empresas, ni a todas las familias. Somos un país desigual, con crecimiento desigual. Al integrarnos a la economía global, las diferencias entre mexicanos se hicieron mucho más evidentes.

La situación económica de México claramente puede considerarse como peor que hace cincuenta años, o mejor, dependiendo del criterio que se utilice.
Por ejemplo, en 1968 México tenía un PIB per cápita superior a Corea del Sur. En cincuenta años Corea del Sur lo ha multiplicado 25 veces mientras México sólo 12. México se ha alejado de su potencial económico de largo plazo, aunque aumentando el tamaño de su economía.
Algo semejante puede decirse respecto a las consecuencias de bienestar que el entorno económico ha producido. Mientras hace cincuenta años México tenía una esperanza de vida al nacer cinco años mayor que la de Turquía, hoy los turcos viven tres años más que los mexicanos.
Una constante de este rezago progresivo del país es su enorme desigualdad económica, que sigue siendo similar a la de hace medio siglo.

Sin duda sí, el ingreso por habitante es substancialmente más alto, el país es sujeto de crédito externo (hace 50 años apenas empezaba a incursionar), se abandonó el estatismo y la sustitución de importaciones que ya entonces representaban un lastre, y existen sectores sumamente dinámicos integrados exitosamente a la economía mundial. El reto social se mantiene, aún hay mucha pobreza y desigualdad, así como problemas de sustentabilidad que se han agravado al paso del tiempo.

Sí. Considero que en términos económicos México está sustancialmente mejor que hace 50 años. El PIB per cápita es al menos 4 veces mayor. La esperanza de vida ha aumentado en alrededor de 15 años. El acceso a servicios básicos como electricidad, agua potable, vivienda con techo firme ha aumentado significativamente. Bajo cualquier medida de bienestar, México está mejor que hacer 50 años.