César Octavio Vargas Téllez
Opinión
Es importante que las nuevas concesiones de generación para que empresas privadas oferten energía, sea verdaderamente proveniente de energías limpias: solar, eólica, hidráulica o geotérmica. Sobre todo, si se piensa un mercado sostenible, habrá que tener especial cuidado en limitar la concesión a empresas privadas que generan energía basada en turbinas alimentadas por combustibles fósiles. En los años previos a la reforma energética del Presidente Peña se les concedió licencia a muchas empresas de éste tipo, puesto que la CFE está obligada a comprar su producción, francamente son competencia desleal para las generadoras de energías sustentables.
Puesto que las inversiones en energías limpias son más cuantiosas y tienen un componente de mayor incertidumbre, debido a que sus procesos todavía no pueden competir en rendimiento con los alimentados por generadores de combustibles fósiles, la regulación deber favorecerlas, y en ese sentido se estaría generando un merado más inclusivo. Si de verdad se quiere un mercado competitivo, éste debe de estar regulado, y tiene que fomentar la generación privada de energías limpias y limitar la generación privada con base en combustibles fósiles. Hasta ahora no hay ninguna empresa privada que haya solicitado la concesión para generar energía por medios hidráulicos, esto es la instalación de hidroeléctricas, las cuales son verdaderamente limpias, es importante que las eólicas si bien se considera energía limpia es intermitente cuando no hay suficiente viento, y se tiene que apoyar en motores de arranque alimentados por combustibles fósiles.
Del total de energía producida en el país, solo el 7% es energía renovable generada por empresas privadas concesionadas. Es por ello que la regulación debe aumentar significativamente su participación.