César Octavio Vargas Téllez
Opinión
La pandemia es un reto para las políticas públicas y éstas tendrán que tener un carácter extraordinario ante una situación extraordinaria.
Una de las variables más importantes, el empleo, si bien se ha estado recuperado de manera importante, si se compara el primer trimestre de 2021, previo al primer cierre de las actividades económicas de abril, contra el primer trimestre de 2021, aún hay un saldo negativo de -2, 238, 287 empleos. De esta cantidad de empleos faltantes el 70% corresponde al empleo informal y solo 30% al empleo formal.
Ante esta situación el Gobierno debe liderar una política intensa de creación de empleo a través de un aumento de la inversión pública, puesto que la inversión bruta fija que refleja tanto la inversión pública como privada, registra niveles de seis años atrás en su índice.
Un sector clave es la construcción donde en un año, se han perdido el 13.1% de los empleos formales, para ello es necesario rediseñar un plan integral de infraestructuras, en prácticamente todas las entidades del país, para reactivar la economía. Para financiarlo se deben de reorientar recursos públicos, además de aumentar la recaudación tributaria. La segunda fuente de financiamiento tendrá que ser a través de deuda, ya sea interna y externa. Y la tercera el impulso a las asociaciones público-privadas.
En paralelo es importante una reforma fiscal que permita elevar la recaudación respecto al PIB, no es suficiente con una adecuación o miscelánea como se pretende hacer, México tiene crónicamente una baja recaudación y uno de los menores niveles de recaudación/PIB de América Latina. Es momento de sentar las bases de un sistema más amplio y diversificado, y de revisar los avances que han hecho los estados del país en temas de recaudación.
Estas son las medidas urgentes y de corto plazo, en paralelo debe de acompañarse con medidas que aceleren la competitividad y el crecimiento.