Opinión
Otra - Obviamente ampliar la infraestructura en el pais es importante por su efecto directo (inversión pública) pero más importantes aún como detonante de la inversión privada.
Dada la restricción presupuestal dura a la que se enfrenta el gobierno, la prioridad debe ser invertir en gasoductos (crucial para la inversión en el sector manufacturero), comunicaciones y transportes y en extracción de petróleo y gas natural (con esquemas de asociación con empresas privadas).
Es también crucial invertir en la ampliación de la infraestructura de generación y distribución de energía eléctrica, particularmente la que podría llevar a cabo el sector privado (sin embargo, los avances logrados con la reforma energética están siendo cancelados por cuestiones ideológicas).
Inversión en agua para los consumidores finales, al ser responsabilidad de los gobiernos municipales, deberia haber ser sido llevada a cabo con esquemas de APP (ya imposible dado que el gobierno federal canceló tal posibilidad).
Así, dada la astringencia de recursos fiscales, la inversión pública en infraestructura no podrá expandirse significativamente en un escenario en donde por decisión de política pública se está cancelando la posibilidad de que esta sea llevada a cabo por el sector privado.