Rodolfo de la Torre García
Opinión
¿Se ha deteriorado la posición de México para comerciar con Estados Unidos y Canadá a raíz del USMCA? La respuesta es sí y es clave para entender que los beneficios marginales del nuevo acuerdo comercial, por más que el optimismo los resalte, no compensarán los retrocesos que involucra.
Los temas específicos donde se perciben avances (un tratado más amigable con el ambiente, las mejoras laborales y el comercio digital) no compensarán la mayor carga regulatoria en industrias clave como la automotriz. Incluso, la eliminación de la incertidumbre de corto plazo por conocer el contenido del tratado tiene asociada una mayor incertidumbre de largo plazo, con una duración de 16 años de lo acordado y revisiones prospectivas tras los primeros seis (aunque esto es menos incierto que los refrendos quinquenales con opción de salida que inicialmente planteaba Trump)
Es incierto el que una estrategia de negociación diferente, tomando mayor tiempo e involucrando de forma más cercana a Canadá, habría evitado el saldo negativo del nuevo acuerdo. Lo cierto es que la negociación realizada resultó en el deterioro de la integración comercial entre los tres países restándoles, en lo individual y como bloque, competitividad internacional.
Para la nueva administración no queda mas que fortalecer el mercado interno y los acuerdos comerciales con otros países para los sectores afectados.Sin embargo, también aquí hay poco margen de maniobra por las restricciones fiscales y las claúsulas del USMCA que pretenden inhibir el comercio con China.
El costo del triunfo negociador y politico de Trump ha sido, en último término, hacer menos atractiva la región para invertir. Es un golpe para el libre comercio en general y para México en particular que, para no ser pesimistas, podemos denominarlo " un gran reto".