Una persona se encuentra en situación de pobreza cuando presenta al menos una carencia social y tiene un ingreso menor al valor de la canasta alimentaria y no alimentaria ($2,858 pesos en las zonas urbanas). Una persona se encuentra en situación de pobreza extrema cuando presenta tres o más carencias sociales y su ingreso es menor al valor de la canasta alimentaria ($1,447 pesos en las zonas urbanas). De acuerdo con las últimas cifras de pobreza multidimensional publicadas por Coneval, 43.6% de la población es pobre y 7.6% vive en pobreza extrema. ¿Consideras que debería haber cambios en la metodología para la medición? ¿Cuáles?
Sí Las mediciones e indicadores deben modificarse de tiempo en tiempo para hacer ajustes de varios tipos: conceptos, decisiones metodológicas, fuentes de información, etc.
En el caso de la medición de pobreza que se tiene ahora, es importante recordar que es producto de la Ley General de Desarrollo Social, que delimita el tipo de medición que se pide: multidimensional. A menos que se cambie la ley, el concepto multidimensional continuará.
Al inicio de la medición en 2009 se decidió, creo que correctamente, no modificar la metodología (e implícitamente las fuentes de información) por al menos 10 años, para tener comparabilidad en el tiempo y también para evitar el sospechosismo de cambiar la pobreza a cada rato (producto de presiones políticas que aparecen a cada rato).
La metodología actual (así como cualquier otra en el mundo, ayer, hoy y mañana) tiene diversas áreas de oportunidad: umbrales, dimensiones, agregación de dimensiones, agregación geográfica, mejores fuentes de información, tamaño de muestra, etc).
¿Cuando la metodología cambie, el nivel de pobreza va a bajar o a subir? No lo sabemos a priori. Lo interesante es que así como hay voces que dicen que el nivel de pobreza actual de esta metodología es muy alta, hay otras muchas voces que dicen que es muy bajo. Así que adelantar si la nueva medición tendrá un escalón más alto o más bajo no es sencillo. Por ejemplo, parecería que el ingreso "real" es mayor que el que se reporta en la ENIGH; un ingreso más alto haría bajar la pobreza. Al mismo tiempo, hoy la medición toma como umbral de educación la secundaria, que era el nivel máximo obligatorio en 2009, cuando se aprobó la metodología. Hoy ya la educación media superior es obligatoria, así que por esa razón el umbral debería ser mayor, si se continuara con el mismo proceso metodológico y el nivel de la pobreza subiría.
Aprovecho para decir otra cosa: se está diciendo en redes y lo oigo en conversaciones privadas que la razón de que el nivel de pobreza con esta metodología sea "alto" es debido a que se usan múltiples dimensiones. No sólo esto es falso, de hecho es exactamente al revés. Dejando constante los umbrales, esta metodología REDUCE el nivel de pobreza al incluir las carencias sociales porque la decisión fue que la pobreza fuera la intersección de las dos grandes dimensiones (ingreso y carencias), en vez de que fuera la unión de ambas.
El CONEVAL propondrá que en el mismo periodo de tiempo en el que se discuta ampliamente la mejor forma de medir ingreso en las encuestas de hogares (2017-2019, posiblemente, con el fin de que la discusión trascienda el sexenio y así reducir presiones políticas), también se vuelva a tener la discusión amplia que se dio entre 2006 y 2009 para la medición que se tiene hoy.
También es importante recordar que la metodología de pobreza del Banco Mundial, por ejemplo, fue diseñada para los países más pobres de África, con lo cual no refleja lo que sucede en México o en otros países de renta media o alta. La metodología de OPHI no incluye una de las variables más importantes de cualquier metodología de pobreza y que ha sido el Talón de Aquiles para México: el ingreso.
Finalmente. Hoy por hoy, muchos países están cambiando su metodología de pobreza hacia una mutidimensional, por el efecto México. No sólo eso, la meta 1.2 de la Agenda 2030 de los ODSs incluye ahora reducir la pobreza multidimensional, de acuerdo a estándares nacionales. La razón de esa meta fue también la experiencia mexicana.
México, por tanto, puede presumir este avance tecnológico de medición.