Sin duda, hay un fortalecimiento del nacionalismo político y económico. Es probable que se avance poco en materia de liberalización comercial. Lo que no queda claro es que se vaya a registrar un fuerte retroceso porque está mucho en juego. En otras palabras, puede haber sectores ganadores del proteccionismo pero otros pueden perder mucho. Por lo tanto habrá resistencia considerable por parte de aquellos que pueden perder mucho. No queda claro que Brexit sea un indicador preciso de lo que está por venir.
A pesar de la retórica de algunos personajes como Donald Trump, me parece que la discusión seria no pone en duda las bondades que ha tenido la globalización comercial. En todo caso, está más en duda el movimiento de personas y de uso de ciertas tecnologías que impiden a algunos gobiernos ocultar hechos o tendencias que su población sí percibe. Me parece que la tendencia a la globalización comercial seguirá.
Los beneficios de los tratados de libre comercio son palpables:
-Incremento en las exportaciones
-Diversificación de las exportaciones
-Aumento en la inversión extranjera directa
-Generación de empleos ligado a productos de exportación, los cuales son mejores pagados
Aún estamos lejos de un movimiento anti-globalización en todo el mundo, un ejemplo de los resultados de la implementación de estas políticas (economías cerradas) se puede ver en Venezuela.
Si bien es cierto hay una tendencia hacia el proteccionismo, hay que distinguir entre discursos de campaña y acciones de gobierno.
Es muy probable que una vez pasen las elecciones, la agresividad del discurso, sobre todo las acciones anti proteccionistas, irán menguando poco a poco.
Actualmente hay instituciones internacionales solidas como el mismo TPP o la OMC y la integración comercial por regiones que hacen un contrapeso a fuerzas anti proteccionistas. Lo que si hay que considerar, que en el proceso de integración económica ha habido sectores de la sociedad en todos los países que han sido los más afectados y son la base y eco de los discursos de políticos con un discursos simplón populista, de izquierda y derecha. Para contrarrestar estas tendencias, es importante que los gobiernos pongan atención en estos sectores más desfavorecidos con políticas públicas que los lleven a una mejor integración y mejorar sus calidades de vida.
Muy complejo en vista de la poca credibilidad de los gobiernos de hablar a favor de la apertura.
Brexit tuvo éxito en parte por la falta de liderazgo en la materia por parte del partido conservador (desde hace mucho demasiado ambivalente sobre Europa y la integración) y el laborista (demasiado ambivalente sobre la globalización).
En un mundo que se cierra son los pobres los que más pierden por falta de crecimiento, de oportunidades y por el encarecimiento de su consumo.
El panorama internacional puede convertirse en una oportunidad para que México se presente como defensor de la apertura, del cambio y del progreso y en contra de todos aquellos que prefieren el status quo y la protección.
Sin duda va a haber presión de grupos de izquierda, sindicatos, etc. para que se limiten o, quizá lo más probable, para que se revisen e incluyan temas adicionales de restricción a la libertad de comercio, como medida de protección del salario, empleo y medio ambiente.
El relativo estancamiento de la economía mundial explica, entre otros elementos, el discurso proteccionista. Asimismo, el mundo no cuenta desafortunadamente con líderes de la suficiente envergadura y visión de Estado para combatir las tendencias proteccionistas (¿dónde están los Thachers, Reagans, Kohls, etc?).
En el futuro inmediato no se vislumbran avances; obsérvese lo que ha pasado con la Ronda de Doha. La recuperación de la economía mundial requiere de un liderazgo enérgico y persuasivo que atienda y remueva los obstáculos al crecimiento: sobre-regulación, programas sociales y sistemas impositivos que destruyen el ánimo de trabajar, emprender, ahorrar e invertir.
El resultado mismo de las elecciones presidenciales de EEUU será un factor determinante. Si empieza una nueva era \"Trump\", podríamos ver cambios profundos con daños multilaterales que podrían provocar otra gran recesión, pero esta vez sin salida fácil. También jugarán un papel importante las negociaciones que empezará a tener Inglaterra con el resto del mundo. Por último, el terrorismo creciente implica también crecimiento en el discurso anti migración, que alimenta la globofobia en contra no solo del libre comercio, sino del libre flujo laboral, el libre flujo de capital, el libre flujo de comunicaciones, etc. En un escenario pesimista, podríamos estar entrando en una nueva etapa de retroceso en todo lo relacionado con la globalización.
Una pregunta difícil. Sin embargo, soy optimista de que el TLCAN continuará en su esencia, quizá con algunos cambios cosméticos para satisfacer a ciertos grupos, pero su esencia quedará. En cuanto al TPP, también soy optimista porque considero que es a los EEUU a quien más conviene.
Deberán ajustarse a la nueva realidad: en los países desarrollados hay un cuestionamiento, de una parte de su sociedad, sobre los beneficios reales de los procesos de apertura comercial y de integración económica. Fundamentalmente por la pérdida de empleo y la disminución del salario que se ha registrado en algunos sectores productivos.
Los acuerdos comerciales tienen que incorporar los requerimientos sociales y económicos de las poblaciones involucradas, particularmente en materia de empleo y bienestar, de otra forma los cuestionamientos irán en aumento.
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